Diego Armando Maradona murió a los 60 años tras varias complicaciones en su estado de salud. Se encontraba en Tigre y los médicos no pudieron evitar el trágico desenlace. El nacido en Fiorito se despidió de esta tierra y hay conmoción mundial.

Algunos lo consideraban “el más grande de toda la historia” con la pelotas en los pies. De lengua filosa y posturas contradictorias, el amor odio, fue el binómio que lo persiguió toda su vida.

Es el gol a los ingleses, la mano de dios, se te escapó la tortuga, más falso que dólar celeste y un libro de frases tan creativas como esa zurda inmortal.

No era solo un futbolista sino un personaje multifacético, polémico, contradictorio, comprometido y mucho más querido que odiado.

El mundo llora al ídolo de barro, “un dios sucio, pecador, el más humano de los dioses”, como lo definió el escritor Eduardo Galeano.